El «ánima» es una sustancia inmaterial presente en los seres vivos y cuya presencia les permite distinguirse de lo inerte.
Se puede comparar al «ánima» con el campo magnético que cubre La Tierra. En esta analogía, el núcleo del alma corresponde al núcleo de La Tierra que, al girar, genera un campo magnético que corresponde al «ánima».
Se dice que los alquimistas son capaces de sentir y hacer fluir el «ánima» para crear una forma de energía conocida como aura, capaz de causar efectos en la materia y los seres vivos [1].
Referencias[]
- ↑ Cuento "El alquimista de mar", por Donovan Rocester