Una vez que un ser viviente se ha vuelto consciente de su propia sed de sangre y ha construido el objeto conocido como talismán de la muerte, se vuelve capaz de provocar efectos aparentemente sobrenaturales en el mundo material.
La sed de sangre, proveniente de los sentimientos, emociones y pensamientos negativos, necesita el talismán de la muerte para generar una manifestación energética tangible y visible en el mundo material. Gracias a esta propiedad, esta forma de energía puede producir diferentes efectos sobre la materia y los seres vivientes. Estos efectos son los que buscan los practicantes de vudú [1] y son:
Fuerza sobrehumana[]
Al concentrar la sed de sangre en alguna parte del cuerpo, como un puño, puede aumentar el poder destructivo del mismo.
Potenciación de armas[]
Al concentrar la sed de sangre en un arma, se puede aumentar su poder destructivo y rango de ataque [2].
Disparos de energía[]
Concentrando la sed de sangre en las manos o alguna otra parte corporal, un practicante de vudú es capaz de canalizarla como un potente disparo capaz de destruir rocas u otros objetos.
Velocidad aumentada[]
Concentrando sed de sangre en los músculos, un practicante de vudú puede ser capaz de potenciar sus reflejos.
Técnicas varias/Rituales[]
Concentrando la sed de sangre de formas diversas, usando objetos, ingredientes rituales[3] o combinándola con otros tipos de energía, un practicante de vudú puede provocar efectos diversos en su cuerpo, en el ambiente o sobre otras personas. Pudiendo, por ejemplo, proyectar palabras o imágenes mediante telepatía[4], invocar criaturas [5], manipular los elementos, sanar aliados o lastimar enemigos de formas diversas.
Referencias[]
- ↑ Cuento "El atentado de Los hermanos Kérberos I", por Donovan Rocester
- ↑ Cuento "Jorōgumo", por Donovan Rocester
- ↑ Cuento "Jarrón arcano", por Donovan Rocester
- ↑ Cuento "El asesino de los mil cuchillos", por Donovan Rocester
- ↑ Cuento "Niño azul", por Donovan Rocester